Leyendo esta mañana el artículo de Enrique Dans (La muerte del código QR) y que este, a su vez, referencia a un artículo de ReadWriteWeb (Deathwatch: QR Codes), presenta un escenario totalmente dantesco cuando se habla de la situación de los códigos QR.
Si, la incursión de estos códigos es meramente anecdótica (por lo menos en nuestro país, ya que en países orientales tales como China si que tiene salida) y que incluso hay usuarios que desconocen su existencia, limitándose solamente a usos didácticos tales como museos, ampliación de noticias en periódicos y empresas que han visto en este código un nuevo canal de difusión de información. Pero para poder analizar bien la situación, también hay que analizar el apoyo que ha tenido por parte de las demás empresas, con lo que hay que preguntarse: ¿De verdad las empresas han apoyado esta tecnología?
Hay que decir que el boom de estos códigos ha surgido desde que dispositivos comoSmartphones o tablets tienen la posibilidad de realizar capturas con la cámara y unirlo a software que analiza la información, todo esto para poder ofrecer al usuario información más allá de la meramente visible en el medio donde se publicita. Pero para poder hablar si hay o no fracaso hay que tener en cuenta otros factores, como por ejemplo el factor humano.
Estos códigos van bien para, como indico, mostrar más información en el dispositivo desde donde realizar una captura, pero no usarlo tampoco supone ningún perjuicio de cara el consumidor. Y eso es lo que ha pasado: el usuario ha pasado de usarlo porqué no lo ha considerado necesario. Me explico: Enrique compara el poco uso del código QR con el ascendente uso de la tecnología NFC (Near Field Communication), en el que según vaticinan será el futuro de los pagos, ya que se harán a través de nuestro teléfono móvil.
La tecnología NFC cuenta con el apoyo de empresas como Google. Ya saben, esa empresa que huele el éxito en todos proyectos que toca (con permiso de las redes sociales), con lo que todo parece indicar que el código QR está herido de muerte porqué no cuenta con el apoyo de la más grande. Sinceramente: ¿Por este hecho tiene que fracasar?
Ahora bien, no por eso podemos darlo por muerto, tal y como hacen en los artículos que he mencionado anteriormente. Y si no que se lo expliquen a Andreu Ibañez, el mayor experto en este tipo de códigos de Lleida y provincia y que actualmente sigue realizando proyectos con esta tecnología.
Así que en vez de criticar el código QR, más valdría pensar porqué hemos llegado hasta aquí, porqué esta tecnología no penetra más en nuestras vidas y intentar cambiar un poco el concepto en sí, en vez de hacer caso a personas que vaticinan el futuro sin hacer nada para cambiarlo.
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