Una aplicación gratuita puede llegar a generar el doble de ingresos que una que sea de pago. Así lo afirma un estudio de la plataforma de targeting móvil Madvertise. El informe, realizado en colaboración con la guía AppZapp, refleja las dificultades crecientes de las aplicaciones cuya descarga no es gratuita para competir con aquellas que sí lo son. Según sus datos, el 45% de las aplicaciones móviles de pago se vieron obligadas a reducir su precio en 2012.
En realidad, el negocio va de que las apps generen el mayor número posible de descargas y se hagan muy conocidas entre los usuarios. Y eso solo se consigue, sostiene el estudio, con formas de monetización alternativas, como la publicidad móvil. El 60% de las aplicaciones que redujeron su precio en 2012 han terminado por pasarse a la descarga gratuita.
Los responsables del informe indican que sectores como el de las telecomunicaciones y el automovilístico dedican más del 30% de su presupuesto global de marketing a este tipo de soporte. Opciones como el rich media (formatos de publicidad dinámicos y animados en Internet) se han convertido en uno de los preferidos por los anunciantes, pues permiten, afirma el estudio, animar las compras hasta un 30% y multiplicar incluso siete veces el interés de los consumidores.
El vicepresidente de Madvertise para España e Italia, Paolo Vanossi, prevé que el gasto en publicidad dentro de aplicaciones móviles aumente hasta 5.600 millones de euros en 2015.
Ejemplos de otras formas de financiación son las ventas dentro de la propia app –lo que se conoce como servicios in-app, que el estudio ilustra con el caso de Orbyt y sus servicios de pago por contenido- o los servicios premium, que ofrecen dentro de aplicaciones gratuitas herramientas de pago. Es muy habitual en los juegos (Angry Birds, Los Sims), que realizan estas ofertas para que sus usuarios consigan créditos y pasen niveles más fácilmente.
Foto cc: RichardBowen
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