Hace tiempo que el móvil se ha convertido en un elemento más de nuestras prácticas más habituales en el día a día. No es raro ahora ver a una persona que se acerca a la cola de facturación en el aeropuerto y muestra su iPad en el mostrador. Tampoco sorprende ver a una persona hacer una fotografía con un smartphone al plato que se está comiendo en un restaurante y colgarla en internet.Estos pequeños dispositivos están ya en todas partes, y sirven para hacer todo tipo de cosas. Por eso, las compañías tienen la obligación de asegurarse de que su página web sea accesible desde cualquier pantalla móvil. Ya no es algo opcional, sino que es obligatorio.
Pero no sólo se trata de la omnipresencia del móvil. Estos dispositivos son el presente y el futuro del e-commerce. El comercio móvil en Estados Unidos y Europa pasó de 15.000 millones a 26.000 millones de dólares entre 2011 y 2012, y las previsiones apuntan a que en 2015 este mercado alcance los 67.000 millones de dólares.
Por otro lado, las marcas deben ser conscientes de que no hay un botón mágico para afrontar la revolución móvil. Todo tiene pros y contras. Pero la solución pasa por el diseño adaptativo, que permita a las webs detectar el tamaño de la pantalla del usuario y lanzar el contenido ajustado automáticamente. Su aspecto es mucho más limpio y más accesible, sea cual sea el dispositivo conectado que se utilice para acceder a sus contenidos.
Por eso, iApps y Bridgeline Digital han lanzado una infografía en la que recogen siete razones por las que hay que tomarse el diseño adaptativo muy en serio:
1. Accesibilidad
Según un estudio de Morgan Stanley, el 91% de todos los usuarios de smartphones tienen su móvil al alcance de la mano las 24 horas al día, los siete días de la semana. Si los consumidores están siempre accesibles, las empresas tienen que ofrecer páginas web ajustadas a sus necesidades, sea cual sea el dispositivo o el lugar desde el que accedan.
2. Percepción de marca
La web de una compañía tiene que permitir hacer iniciativas de branding, no estropearlas. Según Google, el 72% de los consumidores espera que las marcas tengan una web adaptada a dispositivos móviles y, por tanto, las marcas no pueden fallar. Además, el mismo estudio de Google reveló que el 55% de los usuarios aseguró que una experiencia móvil frustrante ha dañado su opinión sobre una marca.
3. El coste de perder un negocio
Lanzar un diseño adaptativo puede ser más caro que una página web estándar, pero el coste de no estar adaptado al móvil también se puede calcular. Datos de Google apuntan a que el 61% de los consumidores va a recurrir a otra empresa si se encuentra con una experiencia móvil pobre, mientras que el 67% es más propenso a hacer una compra en una web adaptada a móviles.
4. Pon tu web a prueba del futuro
Aunque nadie conoce su estética, sus funciones o su coste, la nueva innovación web está a punto de llegar. El diseño adaptativo puede ayudar a proteger a las compañías contra la infiltración de nuevas tecnologías en el mercado.
5. Aumenta las capacidades para compartir
Tener páginas web diferenciadas por dispositivo puede crear problemas, como fallos en los links al traducirse del ordenador al móvil. Esto hace que compartir contenidos sea más difícil y, a veces, imposible. Además, muchas veces es complicado compartir un contenido en una aplicación móvil.
6. Optimiza el email marketing
El 36% de los emails de 2012 se abrieron desde un dispositivo móvil, según un estudio de Knotice. Además, el 22% de las compras en dispositivos móviles han sido la respuesta a un anuncio o un email, según Payvia. Por eso, las compañías tienen que aprovechar HTML y las soluciones de marketing para crear emails adaptados al móvil que apoyen uy fortalezcan su estrategia de m-commerce.
7. Los dispositivos móviles están convirtiéndose en la primera herramienta de navegación
El número de dispositivos inteligentes superará a los PCs este año, según la analista de Keiner Perkins Mary Meeker. Una afirmación sorprendente, pero no infundada: el 31% de los norteamericanos con móvil lo utiliza para la mayor parte de su consumo de internet. En los usuarios entre 18 y 29 años, el porcentaje asciende al 45%.
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