Por: Ana Marín
Twitter: @mujerdepocafe
Es muy sencillo; hay que dejar de pensar en ellos como banners y convertirlos en algo más. Ya había hablado de que el awareness no es suficiente porque internet es muy distinto a los medios tradicionales.
El usuario edita los medios para ver sólo las cosas que le interesan. Por eso los take-overs se me hacen invento más cavernícola que existe en digital. Ya que replican las interrupciones que vives en la televisión, pero de una forma más agresiva. Otra conducta reprobable son los banners que engañan al usuario para dar click, que funcionaron al principio y derivaron en métodos más coercitivos, como el de Sendspace. Que intencionalmente confunde al destinatario para venderle contenidos de celular.
Si seguimos así, pronto todos los banners serán ignorados o generarán campañas de odio y desprestigio, por parte de los incautos que hayan caído en las trampas de malos publicistas.
¿Qué hace exitoso a un banner?
Que sea de alguna utilidad para el usuario, que cambie tu forma de recibir el mensaje, que muestre un desarrollo tecnológico sorprendente o te genere una experiencia de marca.
Les dejo 2 ejemplos:
Ikea creó la tienda más pequeña del mundo, teniendo 2800 productos disponibles en un espacio de 336×280.
Y Garbergs los volvió un estandarte de la filantropía, consiguiendo la participación de más de 400 sitios en una campaña para la fundación Stadsmission.
El día de hoy, en México, los esfuerzos en display son un mandatorio exigido por los clientes; ya que necesitan cubrir una cuota mínima de impresiones. Y no es algo malo, simplemente está mal utilizado. Si se pensara en los banners desde el principio y no quedaran en manos de la agencia de medios, dejaríamos de satanizar a las pautas, que tanto bien le pueden hacer a tu estrategia digital.
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