1. Cuando comienzas a sentirse cómodo y satisfecho de ti mismo, empiezas a quedarte obsoleto. En realidad, en el momento en que bajas la guardia, te conviertes en víctima potencial de los “tiburones” que tienes a tu alrededor.
2. Los creativos junior están siempre un paso por detrás de ti. Estos “especímenes publicitarios” están permanentemente hambrientos y no duermen. Hay que saber manejarlos y dejar que te inspiren, pero nunca permitas que se vuelvan contra ti.
3. Cualquier cosa que piensas que sabes sobre la publicidad probablemente no la sabes. Las reglas cambian constantemente. Por eso, debes aprender a moverte con los tiempos, actualizar tus conocimientos y no tener miedo a colaborar con otros creativos.
4. Si una idea está muerta, no asumas que va a seguir estando muerta. Una idea realmente ambiciosa siempre se guarda un último as bajo la manga y puede resurgir de sus cenizas como el ave fénix. A las ideas les encanta vengar sus propias muertes. En realidad, las secuelas de ideas están a la orden del día en la publicidad.
5. No intentes desenmascarar la creatividad. Ésta aparece dónde y cuándo quiere. Está en todas partes y en ninguna parte. No es un programa de software que podamos manejar a nuestro antojo.
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