4 consejos para elevar el “copywriting” a la categoría de arte:
En su forma más pura, el “copy” de una agencia de publicidad se encarga de coger un puñado de ideas que convierte después en unas pocas palabras accesibles, memorables y atractivas con la esperanza de que éstas muevan a la acción al consumidor.
Pese a la dificultad de su tarea, la labor del “copy” es a menudo injustamente ninguneada, y lo es por desconocimiento. El “copywriting”, cuando está bien hecho, es en realidad un arte que está siempre en primer plano en todo proceso de creación publicitaria. Karl Fendelander propone en Design Taxi algunos consejos para elevar el “copywriting” a la categoría de arte:
1. Analice
El primer paso en el “copywriting” es siempre analizar al público objetivo del producto y la manera en que éste se ajusta a sus vidas. Éstas son algunas de las preguntas que hay que responder en esta primera fase:
- ¿Quién es su audiencia?
- ¿Qué tipo de lenguaje le gusta a su público objetivo? ¿Cuál les ofende?
- ¿Qué interesa a su audiencia?
- ¿Qué quiere su público objetivo en términos generales? ¿Qué quiere de su producto? ¿Cómo puede proporcionarle ambas cosas al mismo tiempo?
- ¿Cómo se expresa verbalmente su audiencia?
- ¿Qué están haciendo otras marcas para conquistar a su público objetivo?
- ¿De quién se está olvidando? ¿Cuál es su historia?
- ¿Cómo sonaría su producto si tuviera voz?
Escriba tantas respuestas a estas preguntas como pueda y analice después cada una de ellas.
2. Deje fluir su creatividad
Una vez que sepa con quién está hablando y tenga una ligera idea de lo quiere decir, es el momento de abrir la compuertas de la creatividad. A menudo, la mejor manera de hacerlo son las sesiones de “brainstorming”. En esta fase, nada es estúpido, nada es sagrado, nada es malo, nada es aburrido. Las malas ideas sirven para prender la mecha de aquellas que sí son verdaderamente buenas. Las ideas aparentemente ridículas nos ayudan a pensar sobre el producto desde un ángulo diferente. La clave está es aglutinar el mayor número posible de ideas y mezclarles en busca de “combinaciones explosivas”.
3. Haga una primera criba y no tenga miedo de ser brutal
Cuando tengamos todas las ideas frente a nosotros, es la hora de hacer la primera criba. En esta fase, no hay que ser amable con las malas ideas. Su trabajo fue inspirarnos en su momento y ya han cumplido su cometido, por lo que hay que librarse de ellas y quedarnos con aquellas ideas realmente buenas. Tras escoger una primera selección de primeras ideas, hay que hacer otra criba y así sucesivamente hasta quedarnos con la mejor opción.
4. Pruebe
La clave para dar con el texto adecuado para un anuncio consiste en probar con diferentes posibilidades una y otra vez. No debemos obcecarnos en una única versión de lo que será el anuncio final. No hay que tener miedo de empezar otra vez desde cero.
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