Creado en 2010, Google X mantiene ese aura de secretismo e innovación que se reflejó en dos de los proyectos de más alto perfil: los vehículos autónomos y Google Glass, los anteojos electrónicos que buscan revolucionar la interacción de las personas mediante el uso de la tecnología. Sin cifras oficiales, se estima que el laboratorio cuenta con un presupuesto de 6800 millones de dólares, un 79 por ciento más respecto a 2010.
"Google X reconoce su naturaleza y sabe que está buscando cosas que la compañía no haría bajo circunstancias normales", dice Richard DeVaul, uno de los miembros que evalúa los proyectos en el laboratorio de investigaciones de la firma. "Google también sabe que cualquier iniciativa que realicemos no afectará el corazón de su negocio actual", agregó el especialista al sitio de noticiasBloomberg , que visitó las instalaciones y estuvo en contacto con sus responsables.
Romper los códigos secretos de comunicación de la Alemania Nazi, el desarrollo del transistor o la computadora personal son algunos de los logros que obtuvieron grandes centros de investigación como Bletchley Park, Bell Labs de AT&T y Xerox PARC, y ese es el camino que busca Google para su laboratorio X.
"Cualquier gran problema que tenga la humanidad, nosotros estaremos allí para resolverlo, si es que podemos hacerlo", dijo Astro Teller, director de Google X
No obstante, es una definición que los principales ejecutivos de Google no sienten como propia, ni como una incubadora yaceleradora de proyectos . "Buscamos llegar a la Luna", asintió Brin, en una referencia al ambicioso proyecto de largo plazo que se planteó John Fitzgerald Kennedy en la década del 60.
"Cualquier gran problema que tenga la humanidad, nosotros estaremos allí para resolverlo, si es que podemos hacerlo", dijo Astro Teller, director de Google X, que estuvo presente en el eventoThink Infinite organizado por la compañía en Buenos Aires en 2012. "Google X es ese espacio donde salen las ideas más disruptivas pensadas para el día de mañana", describió en esa ocasión Adriana Noreña, directora de Google para América latina, y una de las oradoras del encuentro.
Eric Teller, que asumió como nombre de pila el apodo Astro, cuenta con un linaje que va en línea con sus ambiciones: su abuelo ganó el premio Nobel de Física, Edward Teller, involucrado en el proyecto Manhattan y considerado el padre de la bomba atómica.
ENERGÍA QUE VIENE DESDE EL CIELO
Globos transmisores de conexión inalámbrica, cascos invisibles, minería en asteroides, entrega de kits médicos mediante robots aéreos (drones) son sólo algunos de los proyectos que Google X reveló durante la visita del periodista de Bloomberg. Sin embargo, uno de los ejemplos visibles de los próximos anuncios de la compañía está relacionado con la energía renovable. ¿Acaso son los conocidos molinos de viento? Definitivamente, es algo mucho más relacionado con la filosofía de Google X: turbinas aéreas autónomas, en una línea similar a los vehículos ideados por Sebastian Thrun .
El proyecto proviene de Makani Power, un emprendimiento que adquirió Google de forma reciente, que consiste que aprovecha la energía eólica mediante un vehículo aéreo que participó en el programa de energía del ARPA, que investiga fuentes alternativas que reemplacen a las actuales.
TODO COMENZÓ CON UN AUTO
"Google nos permite hacer cosas que serían imposibles llevar a cabo en el ámbito universitario", dice Chris Urmson, uno de los responsables del vehículo autónomo de la compañía, un Lexus equipado con un láser de 65.000 dólares que permite distinguir los obstáculos en el camino. Según los fundadores de la compañía, Sergey Brin y Larry Page, estos modelos llegarán al mercado dentro de cinco años.
Este proyecto fue el puntapié inicial del laboratorio secreto de la compañía, y se remonta a 2005, cuando Page conoció a Sebastian Thrun, un investigador de la Universidad de Stanford responsable del proyecto inicial de vehículo autónomo, que se concretó en 2009 aplicado a los autos que llevan a cabo el proceso de digitalización del servicio Street View. Thrun se convirtió entonces en uno de los cofundadores de Google X.
La presentación TED de Sebastian Thrun sobre vehículos autónomos
Su naturaleza se basa en la investigación y en el trabajo de los científicos, y la capacidad de los mismos en concretar los proyectos y llevarlos a la realidad, dice Teller, quien fue un ex estudiante de Thrun. Junto a ellos se encuentra Babak Parviz , un ingeniero especializado en bionanotecnología de la Universidad de Washington que aplicó sus conocimientos para desarrollar Glass, el dispositivo de Google que irrumpió en la escena del mundo tecnológico en 2012.
"Cuando salió la Apple II, todo el mundo se preguntaba para qué quería una computadora en casa, si uno no era un abogado o un profesional. Esas son las preguntas que nos realizamos con Glass", dice Parviz..
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