El diseño adaptativo sigue sin resolver la cuestión multipantalla:
La fragmentación de dispositivos se ha convertido en un problema serio para anunciantes y proveedores de contenidos. Y es que la rápida adopción de smartphones y tabletas, la creciente popularidad de las televisiones conectadas y la expectación por los dispositivos cotidianos como relojes o gafas con conexión a internet han hecho que el contenido tenga que distribuirse a través de todo tipo de pantallas.
El diseño web adaptativo se ha presentado ante la industria como un recurso válido para hacer frente a este reto que plantea el entorno multipantalla.
Flurry Analytics, una compañía de medición de aplicaciones, decidió entender qué tamaños de pantallas son los más utilizados por los consumidores de todo el mundo y determinar dónde empezar cuando se trata de diseño adaptativo. Según sus datos, la mayoría de los dispositivos Android y iOS eran “teléfonos medios”.
En su forma más pura, el diseño adaptativo consiste en una única página web, con una única URL y un marco que utiliza cuadrículas fluidas, HTML y CSS3 para adaptarse automáticamente y hacer que el tamaño de los contenidos encaje en la pantalla de cualquier dispositivo que se utilice para acceder al site. Además, la toma de decisiones se hace desde el lado del cliente y no del servidor, lo que significa que el navegador responde a diferentes parámetros para decidir cómo mostrar la página o incluso la funcionalidad que ofrece.
Y a pesar de que muchas empresas todavía miran con recelo este diseño, cada vez son más las que están empezando a experimentar con el diseño adaptativo. Según una encuesta realizada en diciembre de 2012 por eConsultancy.
Una base importante de anunciantes de todo el mundo, la mitad de ellos en América del Norte, había experimentado con el diseño adaptativo. De ellas, el 70% reconoció que el nivel de experiencia había sido igual o mejor y más de la mitad aseguró que sus compañías estaban por encima de la media cuando se trata de técnicas de diseño web.
Eso sí, el diseño adaptativo también supone algunos retos. Los sistemas de publicidad no están todavía completamente preparados para hacer frente a estos sites y tampoco lo están los anunciantes. El problema es que lanzar publicidad en un entorno de contenidos líquidos requiere código extra de parte del medio.
Es cierto que las redes publicitarias poco a poco irán adaptándose a este modelo dinámico, pero por ahora los anunciantes se mantienen cautos ante lo que consideran una publicidad de “talla única” que sería incapaz de aprovechar el contexto del usuario.
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