Por Celina Salvatierra
Es un hecho que el uso de tecnologías digitales está suscitando importantes cambios en los procesos educativos de América Latina en el marco de la Sociedad de la Información y del Conocimiento. A la vez, junto a esto, tenemos advertencias desde la investigación en Comunicación en torno a los modos en los que esa apropiación está dándose. Entonces, cuentan los escenarios políticos y sociales en los que se encuentran nuestros países, las condiciones culturales y posibilidades de acceso integral. Hechas estas observaciones; también es ya visible que las mismas tecnologías están siendo utilizadas en los distintos niveles de formación en instituciones educativas públicas y privadas y que las formas de interrelación social que imprimen las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICS) atraviesan el discurso científico.
Ante esto, los aspectos de integración y accesibilidad forman parte de algunas agendas de trabajo en investigación y se demandan nuevas políticas públicas que modifiquen los desequilibrios.
Siendo testigos y/o protagonistas de experiencias al respecto, y, en un escenario micro vivimos a diario interrelacionándonos a partir del uso de Internet y de aplicaciones determinadas para mejorar nuestro rendimiento, por lo tanto, el uso de tecnologías está cambiando nuestros modos de ver al mundo.
En lo personal, mi formación periodística tradicional tuvo que ser complementada con otro tipo de formación específica: la de periodista digital. Si bien es cierto que la práctica y el compromiso ético en torno a las fuentes y a la calidad de la información permanecen, las tecnologías también atraviesan las prácticas del oficio, las reinventan y ofrecen nuevas reglas internas que priorizan el servicio público, que demandan especificidades y nuevas competencias.
LA MAGIA DE SKYPE
Más allá de estas coordenadas que alcanzo a trazar sobre este espacio simbólico y escenario de poder que es Internet, quiero referirme a mi defensa de tesis de maestría (Maestría en Planificación y Gestión de los Procesos Comunicacionales, PLANGESCO) que realicé en octubre pasado (2012), desde México, vía SKYPE, para un tribunal que estuvo dispuesto en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, UNLP, en Argentina.
Si bien mis cursadas fueron presenciales, la defensa vía esta aplicación fue autorizada por la autoridades de posgrado, por lo que tanto el seguimiento de mi directora de tesis Nancy Díaz Larrañaga, (magister en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, México) y sus correspondientes acotaciones y recomendaciones se hicieron en tiempo real en reuniones periódicas, y posteriormente también la defensa misma, contando con el apoyo de la Secretaría de Vinculación Tecnológica (SEVIT), y el consentimiento de los integrantes del tribunal, Claudia Villamayor, docente e investigadora de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, magister Adolfo Vázquez, Director de la Maestría en Dirección de Comunicaciones Institucionales – (UCES – Universidad de Ciencias. Empresariales y Sociales) y la magister Vanesa Arrúa egresada de PLANGESCO, investigadora experta en seguimiento, evaluación y asesoramiento para alumnos y graduados de la UNLP.
Es necesario comentar que gracias a la colaboración de SeViT, Secretaría de Vinculación Tecnológica, se realizaron el año pasado dos defensas de tesis. La primera tuvo a un integrante del jurado situado en el sur de mi país, en comunicación vía SKYPE con la tesista y el resto del tribunal que estuvo en La Plata, provincia de Buenos Aires. La segunda fue la mía, que se ubicó como la primera en ser realizada desde fuera de Argentina, desde la Ciudad de México. Se contó entonces con la asesoría del equipo “PerioStream“(dependiente de SeViT).
La posibilidad de defender mi tesis por Internet tuvo que ver con una mirada y proyecto educativo comunicacional de la Facultad de Periodismo de la UNLP que permitió el uso de esta aplicación para completar una instancia de aprendizaje en el posgrado. Se trata de un proceso que, habiéndose cerrado aquella etapa permite hoy en mi experiencia, la formulación de nuevos interrogantes, todavía más cercanos a las percepciones en la en torno al uso de tecnología y su articulación con los modelos explicativos que ha propuesto hasta el momento la Comunicación como disciplina.
El uso de Internet en la defensa y en el proceso de dirección ofreció en este caso un modo de vinculación directa, que permitió salvar distancia e incluso en el orden de lo cotidiano posibilitó el diálogo directo. Recuerdo que a pocos días de la defensa, que se realizó el 18 de octubre, en Twitter hubo algunos comentarios vinculados a las diferencias que presentaba defender una tesis, (un relato largo, específico) en la red, y a las posibilidades de intercambio que ofrece la comunicación cara a cara, ya que según se dijo: “hay prácticas que deben ser realizadas persona a persona”, lo que me parece sin duda, un buen argumento aunque poco acertado para este caso en particular, ya que el instrumento tecnológico resultó óptimo para permitir una lectura y crítica enriquecedora que contribuyó profundamente a pensar y reflexionar sobre un recorrido realizado, pero también sobre soporte utilizado con el mismo fin.
A propósito, mi tesis se llama “Autonomía en la Ciudad de México 2010-12. Comunicación y Gestión en el centro cultural La Pirámide” y el texto resultante ofrece un relevamiento de los centros culturales autogestionados de la Ciudad de México, que poseen como rasgo unificador la autogestión y como proyecto político la autonomía. En otro momento, da cuentas de un posicionamiento teórico y del abordaje metodológico basado en la Planificación y Gestión de la Comunicación en una organización-caso- es decir, La Pirámide, un centro cultural con saberes y lenguajes interesantísimos, que ha llevado adelante distintos modelos de gestión habiendo desarrollado en los últimos años su presencia en redes sociales.
Luego, llegó la instancia evaluativa, contando con cámaras que pusieron en pantalla compartida a la vez al jurado y a quien hizo la defensa, y que permitieron dialogar acerca del proyecto de realización de la tesis en términos de marchas y contramarchas, como también extender preguntas acerca de ese trabajo, para responder cada consulta en tiempo real.
El resultado fue una práctica que se enmarcó en aquel proceso de convergencia mencionado, doblemente justificada como componente del proceso educativo y por su pertinencia en el marco de una Facultad de Comunicación y Periodismo.
Otro dato fue que concluida la defensa, como instancia obligatoria la Facultad solicitó que la tesis forme parte del repositorio digital de tesis (Servicio de Difusión Intelectual, SeDiCI en la Proyección de Enlace de Bibliotecas), lo que evidencia que existe ya una convergencia organizada que renueva recursos para las unidades académicas. Además resulta interesante navegar por el repositorio, donde se pueden leer otras tesis de instancias de maestría y doctorado. Esto se vuelve significativo, es decir, el hecho de que los estudiantes sumen a sus prácticas la de compartir libremente sus producciones, habiendo superado discusiones en torno a derechos de autor –en lo personal adhiero a normas como la Licencia Creative Commons–a fin de suscitar un mayor intercambio, y para contribuir a un acervo que da cuentas de la constante producción de conocimiento y que establece la posibilidad de diálogo.
Sin duda, más allá de las anécdotas, lo cierto es que estas prácticas de innovación renuevan nuestros debates; nos hacen volver a pensar lo que hemos aprendido como comunicadores y evidencian nuestras competencias. Asimismo creo que el uso y apropiación de las TIC en comunidades académicas es un nicho de exploración que ya han abordado y están trabajando investigadores y que permite repensar espacios de interacción e intercambio para producir, en el mejor de los casos, otros interrogantes. Por lo demás, agradezco sinceramente a técnicos y docentes quienes participaron en la organización, producción y realización de la defensa en tiempo real que me hizo parte de una experiencia educativa abierta, participativa e integradora.
*Celina Salvatierra es Licenciada en Comunicación Social por la UNPSJB; Magister en Planificación y Gestión de los Procesos Comunicacionales por la UNLP, periodista digital con capacitación del Centro de Formación de Periodismo Digital (UdeG) de México. Su web es http://www.narrativasdigitales.com/
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