El marketing de hoy tiene que aprender a diseccionar los mecanismos implicados en la viralidad:
Desde hace años el fenómeno de la viralización ha estado relacionado con trucos, engaños y tomaduras de pelo de algunas agencias. Pero la viralidad es algo más, “una auténtica reinterpretación del hecho comunicativo y que construye un modelo de relación diferente en un entorno cada vez más bidireccional”, asegura Enrique Dans.
Y es que la viralidad ya tiene que integrarse como parte fundamental en los planes de marketing, no como la creación de vídeos pretendidamente cutres o engañosos, sino como una comunicación natural para un nuevo entorno, que funciona con nuevas reglas.
Según explica Enrique Dans en su columna del diario Expansión, desde que existen canales de comunicación bidireccionales, los mensajes publicitarios que recibe el público a través de medios masivos ya no sólo no influyen, sino que saturan y molestan. En cambio, ese mismo mensaje, si se recibe a través de un amigo o conocido, genera un nivel de respuesta mucho mayor.
Un fenómeno que no es del todo nuevo. Y es que no influye lo mismo en una decisión de compra el consejo de un amigo que un anuncio que vemos en televisión. Lo nuevo es que ahora el mensaje de nuestro amigo llega por un medio en el que a través de un solo clic se puede llegar a ese producto y en un par de clics más comprarlo.
El marketing de hoy, y cada vez más, “consiste en diseccionar los mecanismos implicados en la viralidad”, explica Dans. Un juego de psicología inversa que se basa en la gratificación que el individuo recibe al compartir una información determinada. Convertirse en el ‘enterado’, el ‘bien informado’ es una de las razones más fuertes que incitan a los usuarios a compartir un contenido. También los contenidos de humor, los llamativos, los que hacen del usuario formar parte de una causa provocan esta satisfacción.
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