Pronto los anuncios online y los anuncios en televisión serán lo mismo:
La publicidad en televisión cuesta cientos de millones anuales a las grandes empresas porque es el medio definitivo para llegar a grandes audiencias con un mensaje masivo. Pero, mientras la inversión sigue, las audiencias en televisión cambian y el público consume sus programas favoritos a cualquier hora y en cualquier pantalla. Cada día, y sin esfuerzo, van dirigiendo su atención de la televisión al móvil y después al tablet una y otra vez.
Los espectadores pueden estar conectados a la televisión por cable, por satélite, convencional o internet, pero la experiencia de consumo es la misma. De hecho, los tipos de programas que se consumen son los mismos, financiados con publicidad, con anuncios similares y espacios publicitarios similares antes, durante y después de la emisión. Pero a pesar de que las previsiones apuntan a que la publicidad en vídeo online crecerá un 40% este año, todavía estará muy por debajo de los miles de millones que se gastan en televisión tradicional.
Un viejo hábito que se mantiene al mismo tiempo que los espectadores cada vez tienen más pantallas, medios y programas basados en la web o difundidos online a los que dedicar su tiempo de consumo de contenidos. Y aunque esta explosión de contenidos ayuda a especificar targets en la audiencia, lo que aparentemente es positivo para los anunciantes, las oportunidades se están viendo sobrepasadas por las dificultades y aunque la industria no deja de repetir una y otra vez el abanico de posibilidades que están apareciendo, todavía hay algunas razones por las que los anunciantes no se atreven a destinar sus presupuestos de publicidad tradicional a los medios online.
Por un lado está el problema de la medición. Los anunciantes saben que tienen que seguir a la audiencia de pantalla en pantalla y por eso, antes de invertir fuertemente en el vídeo online, tienen que saber cómo y por qué hay que dividir los presupuestos entre los distintos medios. Por eso es necesario poder rastrear y analizar el alcance, la frecuencia y los resultados de la publicidad en televisión y online. El problema es que la industria todavía tiene dificultades para ofrecer las mediciones adecuadas y la mayoría de los proveedores no ofrecen soluciones a los anunciantes.
Por otro lado, las campañas multipantalla deberán ser escalables, es decir, poder establecer prácticas de marketing que los anunciantes encuentren interesantes y se sincronicen con los espectadores de televisión. Pero la mayoría de los anunciantes tienen departamentos de marketing internos divididos en equipos de publicidad tradicional y digital, lo que supone ideas separadas, planificaciones separadas, campañas separadas e incluso agencias separadas.
Además, las campañas multipantalla exigen una nueva mentalidad sobre la publicidad. Si los anunciantes quieren conectar con los consumidores en las distintas pantallas, tienen que poder ejecutar campañas de vídeo cross-media y controlar cómo funcionan sus anuncios en cada pantalla. Pero si la publicidad en televisión se afronta con una perspectiva multipantalla, las marcas podrán pensar en grande y hacer ejecuciones más eficientes, eliminar la redundancia y mejorar los resultados de sus campañas.
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