martes, 25 de septiembre de 2012

El ataque de las máquinas en la publicidad: inteligencia artificial, grandes datos y automatización

El ataque de las máquinas en la publicidad: inteligencia artificial, grandes datos y automatización:
El sector publicitario se encamina con paso seguro a una revolución industrial de increíbles dimensiones. Rocket Fuel es el nombre de la empresa que pretende dar una completa vuelta de tuerca a la publicidad que hoy todos conocemos para convertirla en una industria totalmente automatizada. ¿Su herramienta? Una mezcla de inteligencia artificial, grandes datos y automatización.
Con sede en Silicon Valley, y ubicada junto al fastuoso edificio del gigante del software Oracle, las oficinas de Rocket Fuel pasan casi desapercibidas. Pese a que su nombre pueda dar lugar a confusiones, los 250 empleados de Rocket Fuel no tienen nada que ver con la astronáutica. Sin embargo, la tecnología con la que trabajan sí puede calificarse de “explosiva”. Rocket Fuel hace publicidad ultratecnológica en la que el ordenador decide en cuestión de segundos qué internauta ve un determinado anuncio en cada momento. “Nos dedicamos a la trasformación económica de la publicidad apoyándonos en la inteligencia artificial y la automatización”, explica George John, director de Rocket Fuel, en declaraciones a Focus. Y parece que la compañía cuenta con el apoyo de los inversores, algunos de los cuales han inyectado hasta ya 50 millones de dólares en la start-up.
Las máquinas de Rocket Fuel evalúan el rastro de migas de pan que el internauta va a dejando a su paso en la red de redes. “Puesto que casi todas las personas utilizan hoy en día los smartphones y los ordenadores, se generan toneladas de datos, desde las páginas en las que hace clic el usuario a la reacción a la publicidad online, pasando por el comportamiento de compra”, apunta Richard Frankel, presidente y fundador de Rocket Fuel. Cada año se duplica la cantidad de lo que el sector tecnológico se conoce baja la etiqueta de “big data” o grandes datos, una “moda” no exenta, de todos modos, de problemas.
“Por sí sola, la propiedad de los datos no sirve de ayuda a las empresas. Hay que analizar los datos y sacar las conclusiones adecuadas tras el análisis de los mismos”, dice Frankel. Las grandes empresas tecnológicas están ya manos a la obra para cubrir este vacío, un vacío que Rocket Fuel cree haber cubierto de la mano de la inteligencia artificial. “Con los datos se pueden hacer muchas cosas, pero el mundo moderno se rige fundamentalmente por algoritmos aprendidos”, señala Frankel.
El objetivo de Rocket Fuel es extraer patrones de consumo de los miles de millones de datos con los que trabaja a diario para poder ofrecer al consumidor publicidad realmente relevante. Las máquinas de Rocket Fuel han registrado, por ejemplo, un fuerte aumento en los pedidos de pizza después de la medianoche en las cercanías de las viviendas de estudiantes. “Tendencias como ésta pueden ser detectadas también por los humanos, pero las máquinas descubren conexiones que la mayor parte de personas no se atrevería ni siquiera a imaginar”, subraya Mark Torrance, director de Tecnología de Rocket Fuel. De esta manera, nuestras máquinas no sólo han detectado un aumento en los pedidos de pizza, sino también que éstos crecen cuanto más fría es la temperatura en el exterior y que las personas que piden pizza después de la medianoche muestran en general un inusitado interés por la cocina.
Pertrechada por sus potentes máquinas, las máquinas de Rocket Fuel analizan miles de millones de datos en busca de posibles conexiones. “Una persona puede trabajar con una o dos conexiones y lograr probablemente mejores resultados que una máquina. Sin embargo, no es la calidad en este caso la que hacer la diferencia sino la cantidad”, dice Torrance. Cuando mayor es el volumen de datos, mejor trabajan las máquinas de Rocket Fuel. Y también más exactos son los patrones de consumo detectados por las máquinas, que se traducen en una mayor tasa de clics en la publicidad.
Consciente de la importancia de los datos, Facebook se ha aliado recientemente con la empresa Datalogix para demostrar la eficiencia de su plataforma publicitaria. Datalogix tiene en sus bases de datos comportamientos de compra de 70 millones de hogares en Estados Unidos. Cuando los datos de Datalogix y los de Facebook se cruzan, la red social puede determinar con exactitud cuánto gente ha comprado un producto o servicio después de haber visto un anuncio en su plataforma.
De manera similar, Rocket Fuel permite a los anunciantes hacer llegar sus mensajes publicitarios en el momento adecuado al consumidor adecuado. Cuando el usuario quiere visitar una determinada web, el ordenador calcula la probabilidad de que éste haga clic en la publicidad y de que compre el producto o servicio anunciado en ella. “Cada días recibimos 19.000 millones de solicitudes de plataformas de intercambio de publicidad. En un plazo de apenas 100 milisegundos, nuestras máquinas calculan qué publicidad mostraremos en qué canal y a qué precio”, explica John. A continuación, las plataformas de intercambio de publicidad deciden quién es el ganador de la puja y el anuncio llega al consumidor. Este proceso aparentemente complejo se produce en cuestión de segundos, el tiempo que el internauta espera a que se cargue la web a la que intenta acceder. Y lo que es mejor, el proceso pasa totalmente inadvertido para el usuario.
“Esta automatización de las tareas ya la hemos visto previamente en sectores como el automovilístico y el bancario. La publicidad no ha logrado por el momento el grado de automatización de estos dos sectores de actividad. Pero lo logrará tarde o temprano y el proceso lo cambiará todo. En el futuro, las decisiones las tomarán las máquinas”, asegura Frankel.

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