Hace exactamente un añoGoogle lanzó al mundo la que se veía como la gran amenaza al imperioFacebook en el mundo de las redes sociales asegurando que “compartir online es algo torpe y a veces está estropeado. Y vamos a arreglarlo”. El problema es que, después de un año con Google+, parece que las reparaciones se tendrán que hacer en casa.
Sobre el papel, Google+ es una gran iniciativa. La compañía asegura que ya han superado los 170 millones de usuarios y son capaces de ofrecer una experiencia más limpia que Facebook, funciones interesantes como vídeo-chat con amigos o la distribución de los contactos en función de la relación en “Círculos”. Pero Google+ nunca fue el “Facebook Killer” que se anunciaba.
Hace un año, Facebook contaba con 700 millones de usuarios y ahora cuenta con más de 900 millones. Mientras, la población total de Google+ se mantiene por debajo del crecimiento anual de Facebook y la red social del gigante de internet cada vez se parece más a una ciudad fantasma. Según comScore, en el mes de enero de este año los usuarios de Google+ dedicaron de media 3,3 minutos mensuales a esta red social, mientras que en Facebook el tiempo llegaba a las 7 horas. Además, los usuarios “activos” de Google+ publican, de media, cada 12 días y el 30% de los usuarios que han visitado la red han publicado algo una vez y nunca más han vuelto.
Eso sí, hay un grupo selecto de usuarios para los que Google+ ha sido el sustituto perfecto de Facebook y que lo utilizan constantemente. Pero son una minoría. Para la mayoría, Google+ es una tercera o cuarta red social para estar al tanto de determinados temas sin los que puedes vivir durante días, o incluso semanas.
Cuando Google+ vio la luz, muchos lo interpretaron como una ruptura limpia con el pasado. Un nuevo entorno alejado de todos los amigos que hiciste en Facebook hace años y que ya no recuerdas dónde conociste. Una plataforma donde los usuarios serios de redes sociales podían poner orden a sus contactos empezando desde cero. Y el entusiasmo entonces fue enorme. El problema es que Google fue incapaz de satisfacer esa necesidad con algún movimiento clave, como impedir el uso de alias, tardar en permitir a los medios de comunicación publicar información o los cuatro meses que se tardó en autorizar a las marcas a crear sus propios perfiles.
Google+ llegó a verse por la audiencia como un cruce entre Facebook yTwitter, pero con un diseño interesante y un uso más profesional. El problema es que para ello Google tenía que ser capaz de adoptar aquellas cosas que hacen que Twitter sea interesante, incluso las cuentas-parodia, las estrategias de marketing y la información, un aspecto al que Google podría haber sacado un gran partido gracias a la publicación de fotos. Google convirtió a su red social en algo aburrido manteniendo todo su potencial en un mínimo. Ahora está tratando de integrar Google+ en cada uno de sus productos.
Google tardó cinco años en enfrentarse a la amenaza de Facebook, y ya era demasiado tarde para entrar en la fiesta de los social media. Ahora, Facebook sigue expandiéndose mientras que Google, en lugar de mejorar la interacción social en la red, ha añadido una complejidad innecesaria.
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