De manera similar a Twitter, los mensajes de SMS tienen un límite de 160 caracteres. Sin embargo, como la famosa red de microblogging, el SMS ha sabido hacer de la brevedad su mayor virtud.
En 1993, un año después de su bautismo de fuego, Nokia lanzaba el teléfono 2010, el primer móvil que permitía al usuario el envío de mensajes SMS. Desde entonces, el SMS no ha parado de crecer como la espuma hasta la irrupción de los cada vez más populares smartphones y de aplicaciones de mensajería gratuita como WhatsApp.
En 2011, el envío de mensajes SMS volvió a crecer en todo el mundo, pero a un ritmo algo menor que en años anteriores. Durante el año pasado, se enviaron 7.000 millones de SMS en todo el mundo.
Aunque las cifras arrojadas por el SMS continúan siendo abrumadoras, el temor de muchos es que sigan encogiendo ante el auge de los teléfonos inteligentes y de la ya omnipresente app de mensajería WhatsApp.
Puede, por lo tanto, que el SMS llegue a la treintena mucho más debilitado que como veinteañero. De todos modos, sólo el tiempo tiene la última palabra sobre el futuro del SMS.
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