martes, 3 de julio de 2012
Como hacer publicidad en vídeo que sea relevante
Con el crecimiento del consumo de vídeo, los presupuestos de marketing para este campo han experimentado un efecto similar.
Hay más de 785 millones de visitas a sitios web de vídeo en línea en Reino Unido cada mes. El gasto en publicidad en vídeo en línea en Reino Unido supuso 109 millones en 2011, más del doble que el año anterior. Y los números continúan llegando. Las estimaciones de mayo de comScore para los usuarios que ven vídeo supero los 10 mil millones por primera vez. Pero, ¿cuándo la industria de la publicidad digital aceptará el reto?
En este momento, las marcas que desean capturar audiencia tienen pocas opciones, y los beneficios de recurrir a estas son limitados. En su mayor parte, las técnicas para dividir y dirigirte a un público objetivo aún son insuficientes, las métricas inadecuadas y las marcas rara vez están seguras en este terreno.
Por ello, si se quiere crear una industria de publicidad en vídeo que realmente cumpla con sus promesas, uniendo lo mejor de la televisión y del compromiso digital, hay que poner en marcha formas totalmente nuevas.
No es suficiente con centrarse en cuestiones básicas de la ejecución como la colocación o la fijación de precios. También hay que mejorar en la focalización del usuario, las cuentas, o la seguridad de la marca. Además hay que tener en cuenta a un nuevo consumidor, más reflexivo.
Una orientación y colocación más inteligente es fundamental. En primer lugar, tanto marcas como agencias deben trabajar para llegar a la audiencia que lo necesita. La publicidad gráfica de la marca funciona mejor cuando es contextual y relevante para el contenido de una página, y lo mismo sucede con el vídeo. Hasta que no se pueda ofrecer una publicidad en vídeo que aproveche todos los datos digitales y del entorno, no puede ofrecer mucha credibilidad.
Respecto al retorno de la inversión, las marcas y las agencias aman la parte digital por la creencia de que pueden realizar un seguimiento de todos los aspectos del rendimiento. Sin embargo, las tasas de terminación y las mediciones en el caso de los vídeos son confusas, a menudo contradictorias, y no revelan nada sobre la efectividad o la participación de los usuarios. Debe existir la posibilidad de decirle a los anunciantes el grado real de implicación del usuario, así como si comparten el vídeo o cual fue el impacto.
Para darse cuenta del potencial del vídeo, la industria tiene que hacer un esfuerzo más concentrado para responder a las necesidades de las agencias y de los vendedores, ya sea buscando nuevos canales de contenido o pensando más ampliamente en como llegar al público en el entorno adecuado con el vídeo.
Pero lo más importante, es que la industria necesita un giro de 180 grados para poner la experiencia del usuario justo en el centro de todas las campañas de vídeo. Situándose en la piel de los consumidores, hay que tener en cuenta el valor que añade la publicidad en vídeo. Las marcas necesitan mirar de cerca lo que ofrecen a los usuarios a cambio de su tiempo y su atención. Y tienen que pensar de nuevo en lo que la gente quiere, para crear publicidad que sea de interés para el consumidor.
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