martes, 11 de diciembre de 2012

El internet de las cosas, el consumidor manejable y la privacidad, principales tendencias planteadas en #LeWeb12


Le Web es un evento gracias al cual París se convierte durante algunos días en la meca digital. Con motivo de la celebración de este congreso se reúnen en la ciudad empresarios que buscan fondos, ejecutivos  digitales, blogueros y geeks, entre otros.
En este evento estuvo presente un emblemático espíritu emprendedor, David Marcus, fundador de startups como Punch (comprada por Google) oZong (adquirida por eBay), y ahora director general de PayPal. Se cruzó con una larga lista de visionarios digitales y ejecutivos clave como Pascal Cargni, vicepresidente de Apple EMEA.
El tema de este año fue ‘El internet de los objetos’, que fusionará los mundos físico y digital, incorporando nuevos productos y experiencias para los clientes. Ya en 2010 James McQuivey publicó un primer informe sobre cómo prepararse para este momento, explicando cómo las experiencias digitales ampliarán el valor de los productos físicos. Sarah Rotman Epps explicaba también por qué los elementos que incluyen tecnología integrada (como Nike + FuelBand o las gafas de Google) y los dispositivos integrados impulsarán la próxima fase de crecimiento en la informática personal. Se abren nuevos escenarios para la participación, poniendo a trabajar la información sobre nuestros cuerpos físicos y los entornos en los que habitamos.
La mayoría de los productos estarán conectados y tendrán compañeros digitales en forma de aplicaciones inteligentes. Y esto puede aplicarse para zapatos, coches, frigoríficos, aparatos electrónicos, y todo lo relacionado con la gestión de la energía, la automatización del hogar o la seguridad. En 2020, cuando decenas de miles de millones de dispositivos se conecten a través de internet, el intercambio de información hará que nos enfrentaremos a un cambio de paradigma que transformará nuestras vidas personales y revolucionará los negocios. Muchas de estas conexiones estarán centralizadas a través de teléfonos móviles y tabletas. Como Sarah afirma, los teléfonos móviles se convertirán en el cerebro que coordinará las señales que reciben los objetos a través de las redes de telefonía móvil, Wi-Fi o Bluetooth.
Los siempre direccionales consumidores se han convertido rápidamente en la mayor parte de la audiencia. Charlie Golvin fue el primero en medir la audiencia de personas conectadas por el tipo de dispositivo, y explica por qué el teléfono móvil es el único conectado siempre. Más recientemente Melissa Parrish ha definido al cliente siempre direccionable como un individuo que posee y utiliza personalmente al menos tres dispositivos conectados, accede a internet varias veces al día, está online en múltiples localizaciones físicas, y al menos en una de ellas está en movimiento. Estamos así entrando en la era de la interactividad generalizada. La noción de marketing omnipresente no es nueva. Sin embargo, los comportamientos digitales continúan dividiéndose a través de más dispositivos, aunque estos son cada vez más frecuente y más flexibles, conectando a la gente entre sí, incrementando la relación con objetos, lugares físicos en el mundo y con las marcas con más frecuencia y en más lugares.
Aproximadamente cuatro de cada diez clientes ya es redireccionable. Estos representan una oportunidad fantástica porque serán los primeros en adoptar nuevos productos y servicios conectados digitalmente, y porque las marcas serán capaces de participar mucho más profundamente. Según la última encuesta deForrester, este tipo de clientes suelen ser jóvenes (el 47% en Europa y el 48% en Estados Unidos tiene una edad entre 18-34), son educados, tienen altos ingresos y hay una ligera mayoría masculina. Son una parte enorme de audiencia a día de hoy, ya que representan el 37% y el 42% de la población conectada de Europa y Estados Unidos respectivamente.
La combinación de estas dos tendencias anteriores planteará unas dudas sin precedentes sobre la privacidad de datos y la seguridad. Andrew Rose en su nuevo informe “Prepare la seguridad de su organización para el internet de las cosas” explica por qué la próxima revolución de internet es mucho más alarmante que la anterior. De hecho, la gran cantidad de datos recogidos a través de los dispositivos y objetos conectados, y la capacidad de rastrear el comportamiento de los consumidores plantea desafíos en torno a la identidad. Del mismo modo, cuando el mundo digital comience a interactuar y relacionarse con el físico, las preocupaciones acerca de la seguridad se convertirán rápidamente en una prioridad.
Los estrategas de producto y sus organizaciones utilizarán la información contextual recogida sobre los consumidores para ofrecer experiencias altamente personalizadas que algunos individuos ven como demasiado convenientes. Julie Ask ya ha expuesto la idea sobre si el coste de oportunidad por estas experiencias personalizadas es la privacidad. Sin embargo en Europa, especialmente en países como Alemania o Francia, los consumidores son más sensibles a estas cuestiones. Tranquilizar a los consumidores, convirtiendo los datos en conocimiento y ofreciendo así experiencias más convenientes será aún más importante. Según Fatemeh Khatibloo escribe, la gestión de la identidad personal sigue siendo un tema reciente. Sin embargo, numerosas empresas están buscando la manera de proporcionar a sus consumidores un mayor control de la intimidad y de los datos personales.

No hay comentarios: